Chocolate Twinkle y Marble Dingo
Rescatado: 14 de octubre de 2016
Estas dos jóvenes y desesperadas almas fueron abandonadas a su suerte en una rotonda junto a una carretera muy concurrida. Por suerte, la policía local de Almoradí lograron meterlos literalmente dentro de comisaría en un canil para perros callejeros hasta que Rod llegó. Regresó muy disgustado al ver el lamentable estado en que les habían abandonado.
El pequeño burro marrón, Chocolate Twinkle, tenía seis meses de edad como mucho - todavía tratando de mamar, pues obviamente lo habían quitado de al lado de su madre - mientras que el burro blanco, Marble Dingo, sólo tenía aproximadamente ocho meses.
Ambos estaban extremadamente desnutridos y llenos de gusanos, y Marble Dingo tenía también una desagradable lesión en la nariz causada por un cordón de retención o algún tipo de collar o arnés demasiado apretado y que al haberlo llevado de forma permanente le había causado una herida.
Al principio estaban muy asustados y se mostraban tímidos por lo que nos tomamos su introducción en la vida en el centro de rescate con la debida calma. Al principio en un confortable establo los dos juntos y luego dejándoles salir a un área un poco más grande, para finalmente soltarlos en un recinto que construimos con pallets de madera especialmente para ellos.
Ha sido maravilloso verlos crecer y aprender a confiar nuevamente en los humanos.
Si te preguntas sobre sus extraños nombre, esta es la explicación: llevamos a cabo una competición para buscarles nombre a estos bebés pero lamentablemente tuvimos que retrasar el resultado debido al mal tiempo. Mientras tanto, los llamamos Chocolate y Marble; como aun teníamos los nombres del sorteo, decidimos darles nombres duales.
Twinkle fue seleccionado en el sorteo para Chocolate, mientras que a Marble le tocó el nombre de Dingo.
Esa sugerencia vino de Bart, un miembro del equipo de fútbol Berlin Crocs Australian Rules - ¡sí! ¡en Berlín hay un equipo de fútbol australiano!. Bart hizo un importante donativo con la ilusión de que uno de nuestros burros recibiera el nombre de un compañero de equipo, al que aparentemente apodaban Dingo, y ¡parece que tuvo suerte!
Esperamos que el pequeño burrito Dingo se convierta en algo parecido a una mascota para los Crocs de Berlín y les traiga mucha suerte.
