Della y Little Lady: la demostración de que los animales pueden morir de pena
La antropología liga el sentimiento de loshombres a su capacidad de pensamiento. Es decir, sentimos porque tenemos raciocinio y los sentimientos responden a lo que pasa por nuestra cabeza. Sin embargo, en la escala de la evolución, hay una puerta que, quizá, no ha sido suficientemente abierta: la emoción, pura y permanente, de los animales. Un claro ejemplo es el de Little Lady y Della, dos burritas compañeras que –y esto no es un decir – no han podido vivir la una sin la otra.
El centro de recuperación de equinos Easy Horse Care Rescue Centre ha vivido una doble pérdida este año. Little Lady, una de las burras rescatadas que disfrutaba de su jubilación en el santuario, comenzó a mostrar un repentino deterioro y, a pesar de los grandes esfuerzos de la veterinaria, nada se pudo hacer por salvar su vida. Parece que tuvo un problema neurológico sin solución y, aunque murió rápidamente, pudo pasar su última noche con su inseparable y fiel amiga, Della.
Tras la muerte de Lady, Della dejó de comer
Lo que los miembros del centro no esperaban es que Della, la otra burrita con la que convivía, fuera a tener una reacción emocional tan fuerte a la muerte de su compañera. “En seguida notamos que Della se deterioró con mucha rapidez. Dejó de comer y de beber y no tenía fuerzas para levantarse por su cuenta”, explican desde el EHCRC.
Como si de un ser humano se tratara –de hecho, hay muchos ‘abuelitos’ que sufren un destino similar- Della “se dejó morir” tras la desaparición del animal que tanto la ayudó a recuperarse cuando ella llegó al centro en unas terribles condiciones. “Siempre estaban caminando juntas”, recuerdan sus cuidadores, que hicieron todo lo posible para salvarlas a las dos.
Noches en vela para cuidar a la burra
Al saber que Della había enfermado tan rápidamente, todo el mundo se volcó en su recuperación. Le pusieron parches de morfina para que no sufriera, Sue y Rod - los dueños del refugio - pasaron noches en vela junto a ella y, hasta los distribuidores proporcionaron una alfalfa más tierna para abrir el apetito de la burra, pero la depresión fue más fuerte.
Lamentablemente, el Easy Horse tuvo que dejarla ir y, en menos de dos semanas, sufrir la muerte de dos de sus equinos. Todos los que conocieron a estas dos inseparables burras confian en que estén de nuevo juntas ‘más allá del arcoiris’.
– Artículo por Celia Molina
El refugio, situado a las afueras de Rojales en la Partida Lo Garriga 59, abre al público el primer domingo de cada mes entre las 13:00 y las 16:00. Entra en www.easyhorsecare.net o @EasyHorseCare en Facebook.